Hay tripas puntiagudas, otras son redondeadas, las hay altas y bajas. La forma de las tripa de la embarazada siempre es fuente de comentarios y pronósticos. ¿Qué hay de mito y qué de realidad?
Hay multiples factores que pueden influir en la forma de la tipa de la embarazada como por ejemplo su estatura, el tamaño del bebé, si es un embarazo múltiple, la colocación del bebé…
Siempre hemos oido que la forma de la tripa está asociada al sexo, pero no hay evidencia científica alguna que convierta este mito en una realidad.
La abuelalogía suele decir que si la tripa es redonda se debe a que se trata de una niña y si es puntiaguda de un niño. Esta creencia se basa en que piensan que las niñas se colocan de forma transversal mostrando tripas más anchas. Los niños en cambio dicen que se colocan de forma vertical marcando tripas puntiagudas. Estas teorías no tienen ningún fundamento pero tienen un 50% de posibilidad de acierto, lo que ha ayudado a que estas creencias se perpetúen.
Lo que sabemos de los distintos tipos de tripa.
Tripa de embarazada Puntiaguda
Durante el primer mes de embarazo se puede mostrar una tripa puntiaguda. La forma viene determinada por la pelvis, cuanto más estrecha más sobresaldrá. Y por la morfología de la mujer, cuanto más fibrada y más se notará la tripa.
Tripa de embarazada Redondeada
A partir del segundo embarazo los músculos del abdomens y utero han sufrido adaptaciones que propician un aspecto más redondeado de la tripa. La estatura de la futura madre también influye, ya que si es bajita ayudara a que la tripa sea más redondeada.
Tripa baja
Es una cuestión de gravitación. Al final del embarazo debido al aumento del peso y el volumen del bebé. La musculatura pierde eficiencia y cede, bajando la colocación del bebé.
Tripa de embarazo multiple.
En este caso es más habitual que la tripa suela estar más marcada en todas las fases del embarazo y que sea mucho más grande.
¿Cómo es o cómo fue tu tripa?
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